Declaraciones Internacionales de Salud de Alma-Ata


Declaraciones Internacionales de Salud de Alma

La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma-Ata, realizada en Kazajistán, del 6 al 12 de septiembre de 1978, fue el evento de política de salud internacional más importante de la década de los 70. La conferencia fue organizada por la OMS/OPS y UNICEF, y patrocinado por la entonces URSS. La síntesis de sus intenciones se expresa en la Declaración de Alma-Ata, subrayando la importancia de la atención primaria de salud como estrategia para alcanzar un mejor nivel de salud de los pueblos. Su lema fue "Salud para Todos en el año 2000".

La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria llegó a la declaración el 12 de septiembre de 1978, expresando la necesidad urgente de la toma de acciones por parte de todos los gobiernos, trabajadores de la salud y la comunidad internacional, para proteger y promover el modelo de atención primaria de salud para todos los individuos en el mundo. En ella participaron 134 países y 67 organizaciones internacionales, con la ausencia importante de la República Popular China. En los años 1970 existía un panorama económico y político crítico pues el mundo estaba en plena Guerra Fría, además de democracias poco estables y dictaduras militares, encontrándose la salud con una orientación centralista y deficiente. A pesar de esto existían esfuerzos gubernamentales para permitir un mayor acceso a la salud, teniéndose como antecedente directo de la Conferencia de Alma-Ata a la III Reunión Especial de Ministros de Salud convocada en Chile en el año 1972, en donde se comprende las deficiencias e inequidades de los servicios de salud. A partir de 1972, nace la idea de lo que sería la Atención Primaria de Salud como estrategia para permitir el mayor acceso posible a toda la población.

Declaración de Alma-Ata

La Declaración de Alma-Ata posee un total de diez puntos no vinculantes para los estados miembros, en los cuales se busca dar la base para la construcción de un nuevo sistema de salud que permita el ejercicio pleno del derecho a la salud.

Los diez puntos de la declaración son:

1. Definición de salud

La Conferencia reafirma tajantemente la salud como aquel estado de total bienestar físico, social y mental, y no simplemente la falta de enfermedades o malestares, siendo un derecho humano fundamental y convirtiendo a la búsqueda del máximo nivel posible de salud en la meta social más importante a nivel mundial, cuya realización requiere de la participación de otros sectores sociales y económicos en adición al sector salud.

2. Igualdad

La existencia de una gran desigualdad en la calidad de la salud de las personas, entre países desarrollados y subdesarrollados así como a lo interno de los mismos países, es política, social y económicamente inaceptable y es, por lo tanto, una preocupación común de todos los países y no solamente de los países en vía de desarrollo.

3. Salud como un asunto socioeconómico

El desarrollo social y económico, basado en el Nuevo Orden Económico Internacional, es de importancia básica para el logro cabal del libre acceso a la salud y de la reducción de la brecha existente entre el nivel de salud de los países en vías de desarrollo y de los países desarrollados. La promoción y protección de la salud es esencial para un desarrollo económico y social sustentable, contribuyendo además a mejorar la calidad de vida, la reducción de la violencia y la obtención de la paz mundial.

4. El acercamiento al derecho de la salud

Los individuos de una sociedad poseen el derecho y el deber de participar, tanto colectiva como individualmente, en el planeamiento e implementación del cuidado de la salud en sus comunidades.

5. Responsabilidad gubernamental

Los entes gubernamentales tienen una responsabilidad para garantizar el cuidado de la salud de sus individuos, la cual sólo puede ser obtenida mediante la disposición de medidas sociales y salud adecuada a las necesidades de los pueblos. El objetivo principal de los distintos gobiernos, las organizaciones internacionales y la comunidad internacional en las décadas posteriores a la declaración debió ser alcanzar para el año 2000 un estado de salud que permitiera a las personas tener una vida económica y socialmente productiva, siendo la APS, la clave para conseguir esta meta de desarrollo dentro del espíritu de la justicia social.

6. Definición de atención primaria de salud

La atención primaria de Salud (APS), según Alma Ata, es la Asistencia Sanitaria basada en métodos y tecnologías sencillas, científicamente fundamentadas y socialmente aceptables, que estén al alcance de los individuos, familias y comunidad; a un coste aceptable por la comunidad y el país para que pueda cubrir cada una de las etapas del desarrollo.

7. Componentes de la atención primaria de salud

Para la atención correcta de los principales problemas de salud, la atención primaria debe prestar servicios de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación, y por consiguiente:

- Incluye:

La educación acerca de los problemas de salud y los métodos de como prevenirlos y controlarlos.
La promoción del suministro de alimentos y la nutrición apropiada.
El desarrollo de una adecuada fuente de agua potable y de salubridad básica.
El cuidado maternal e infantil, incluyendo la planificación familiar.
La vacunación en contra de las más importantes enfermedades infecciosas.
La prevención y control de enfermedades endémicas locales.
El tratamiento apropiado de enfermedades comunes y lesiones.
Proporcionar los medicamentos esenciales.

- Implica, en adición al sector salud, todos los sectores relacionados a los aspectos del desarrollo de los países y las comunidades, en particular los sectores de agricultura, cría de animales, alimentación, industria, educación, vivienda, trabajos públicos, comunicaciones y otros; demandando los esfuerzos coordinados de todos esos sectores.

- Requiere y promueve el máximo de autoestima social e individual, y la participación en la planeación, organización, operación y control de la atención primaria de salud, haciendo un uso completo de los recursos locales y nacionales disponibles; para este fin se promocionará la adecuada educación y aumento de la participación ciudadana.

- Confía en los niveles locales y los trabajadores de la salud, incluyendo médicos, enfermeros, parteros, médicos auxiliares y trabajadores comunitarios, unidos en un equipo bien entrenado técnica y socialmente para responder a las necesidades de la comunidad.

8. Todos los gobiernos deberían formular políticas nacionales, estrategias y planes de acción para iniciar y sostener la atención primaria de salud como parte de un amplio sistema nacional de salud y en coordinación con otros sectores. Para esto será necesario un ejercicio político que movilice los recursos del país y use los recursos externos de forma racional.

9. Todos los países deberían colaborar en el espíritu de sociedad y servicio para asegurar la atención primaria de salud para todas las personas del mundo tomando en cuenta que el logro de la salud por persona en algún país directamente beneficiará a todos los demás países. En este contexto la junta OMS/UNICEF informó que la atención primaria constituye una base sólida para el desarrollo futuro alrededor del mundo.

10. Un aceptable nivel de salud para todas las personas del mundo podía lograrse para el año 2000 si se extendía y mejoraba el uso de recursos a nivel mundial para la salud, en vez de ser utilizada en la adquisición de armamentos y en los conflictos militares. Una política genuina de independencia, paz y desarme podía y debía liberar recursos adicionales que bien podían ser utilizados en la aceleración del desarrollo económico y social.

La Conferencia pidió por acciones nacionales e internacionales urgentes para el desarrollo e implementación de la atención primaria de salud. Ella urgió a los gobiernos, OMS y UNICEF, y otras organizaciones internacionales tanto agencias multilaterales como bilaterales, organizaciones no gubernamentales, agencias de financiamiento, todos los trabajadores de la salud y la comunidad internacional para apoyar a comités nacionales e internacionales de atención primaria mediante la apertura de canales para el soporte técnico y financiero que fuera necesario, particularmente en los países en vías de desarrollo. La Conferencia pidió a todos los antes mencionados, colaborar en la introducción, desarrollo y mantenimiento de la atención primaria de salud en concordancia con el espíritu y contenido de la Declaración.

Declaraciones Internacionales del Alba

Declaración del ALBA desde el Pacífico XII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP
Guayaquil, 30 de julio de 2013

En primer lugar, saludamos el ingreso de Santa Lucía a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Ello reivindica la vigencia de este proyecto de integración y complementariedad.

Las fuerzas progresistas han avanzado sustantivamente en la región a lo largo de los últimos años, tras el fracaso de las políticas neoliberales y la voluntad de los poderes fácticos por imponer esquemas de libre comercio sobre nuestros pueblos, al punto de querer convertirlos en instrumentos para la satisfacción de las necesidades de los mercados. Este avance se ha traducido en un empoderamiento de las mayorías a partir de un aumento de la militancia en movimientos sociales y de la llegada al poder de gobiernos revolucionarios en Latinoamérica y el Caribe, lo que ha mejorado sensiblemente la calidad de vida de nuestras poblaciones.

Sin embargo, actualmente asistimos a la aparición de nuevas formas de explotación, por la vía de la imposición de herramientas como los tratados bilaterales de protección de inversiones y del funcionamiento de instancias internacionales de arbitraje como el CIADI, los cuales anteponen los intereses del capital a los intereses de la sociedad, de la naturaleza, y de la propia institucionalidad democrática, en el contexto de la proliferación de Tratados de Libre Comercio (TLCs). Es a través de estos nuevos mecanismos de dominación que se pone en riesgo la estabilidad de nuestros países -incluso hasta su solvencia económica- a partir de procesos judiciales claramente viciados de nulidad, por abuso y colusión de intereses. Sin duda, los casos de Oxy y Chevron en el Ecuador constituyen claros ejemplos de estas prácticas, por lo que expresamos nuestro respaldo a este hermano país perjudicado por las mismas; pero éstas se extienden a otros países, y en diferentes magnitudes.

Todo lo anterior no implica el rechazo taxativo de la Inversión Extranjera Directa, sino más bien un relacionamiento inteligente con ella, de modo que pueda ser aprovechada en beneficio de las naciones, y no optimizada a su costa. Para ello, se hace imprescindible un mecanismo de integración como el ALBA, en tanto que como bloque podemos imponer las condición es para evitar que primen los intereses del capital por sobre los de la población.
Por otro lado, manifestamos el derecho y la necesidad que tienen nuestros países de aprovechar, de manera responsable y sustentable, sus recursos naturales no renovables, los cuales cuentan con el potencial de ser utilizados como una importante fuente para financiar el desarrollo económico, la justicia social y, en definitiva, el bienestar de nuestros pueblos, teniendo claro que el principal imperativo social de nuestro tiempo -y de nuestra región- es combatir la pobreza y la miseria. En este sentido, rechazamos la posición extremista de determinados grupos que, bajo la consigna del anti-extractivismo, se oponen sistemáticamente a la explotación de nuestros recursos naturales, exigiendo que esto se pueda hacer solamente sobre la base del consentimiento previo de las personas y comunidades que viven cerca de esa fuente de riqueza. En la práctica, esto supondría la imposibilidad de aprovechar esta alternativa y, en última instancia, comprometería los éxitos alcanzados en materia social y económica.

El ALBA se propone trabajar en conjunto para que, cada vez más, la educación, la salud, la atención a personas con discapacidad, entre otros, sean garantizados gratuitamente, como servicios públicos de calidad. Debemos reimpulsar las misiones sociales en todos los países del ALBA. Por ello, nos proponernos convertir a nuestros países, no ya en zonas de libre comercio, sino en zonas libres de hambre, analfabetismo, miseria y marginación.
Buscamos extender este enfoque en toda América Latina, además de al África y a otras regiones del mundo de modo que, en el marco de la cooperación Sur-Sur, podamos multiplicar los beneficios de estos programas. Mientras algunas grandes empresas transnacionales se acercan a estas regiones con intenciones depredadoras, el ALBA busca favorecer y privilegiar al ser humano allá donde le sea posible hacerlo.

Asimismo, acordamos constituir una comisión de técnicos de muy alto nivel y representantes directos de los jefes de gobierno, para elaborar una propuesta para la creación de una Zona Económica Complementaria entre países del ALBA, del Mercosur y de Petrocaribe, la cual será puesta en consideración de estas instancias. En este sentido, deben privilegiarse la complementariedad y la solidaridad como lineamientos de la integración económica, antes que la competencia entre nuestros países, como única vía para fortalecer la base material del proyecto alternativo que representa el ALBA y, de este modo, asegurar la continuidad y el reimpulso de los exitosos programas sociales que caracterizan la Alianza.

Ello exige una visión integral y alternativa de desarrollo, que no se limite a buscar sólo acuerdos comerciales para someternos a la dictadura de los mercados, la privatización de servicios básicos, o la precarización de la fuerza laboral para ganar competitividad. Por el contrario, debemos garantizar un desarrollo productivo en aquellos ámbitos en los que podemos construir sinergias, al contar con fortalezas sensibles en nuestros países. Particularmente, en áreas como la energía, el comercio intrarregional, la producción de alimentos, las industrias intermedias, inversiones y financiamiento. Igualmente, se debe buscar nuevos relacionamientos a nivel internacional, entre ellos, para lo cual se presentará como propuesta al grupo de países que forman parte del denominado BRICS.

Adicionalmente, acordamos la constitución de un grupo consultivo permanente y multidisciplinario del ALBA, para que alerte sobre los riesgos y atienda aquellos requerimientos de países -o grupos de países- que requieran de un alto nivel de análisis debido a la complejidad de los problemas socioeconómicos por los que pudieran estar atravesando.

Por otro lado, instancias como la Organización de Estados Americanos, así como ciertos mecanismos adscritos a la misma como el Sistema Interamericano de Derechos Humanos merecen profundos cambios, para ponerlos efectivamente al servicio de nuestros pueblos, de sus derechos humanos, y no de los intereses de determinados grupos de poder como los emporios mediáticos y aquellos escondidos bajo el manto de ONGs. Es por ello que planteamos la necesidad de que la sede de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos pase a radicarse en un Estado Parte de la Convención Americana de Derechos Humanos.

Atendiendo al principio de indivisibilidad de los Derechos Humanos, consideramos intolerable que ciertos derechos humanos primen sobre otros. Por otro lado, debe superarse la idea extemporánea, oenegista occidental, de que sólo los Estados pueden violar los derechos humanos. Sin duda, existen otros poderes -como los corporativos- que pueden ser también violadores de estos derechos.

El ALBA convoca a un encuentro contra el fascismo, en Caracas, el próximo 11 de septiembre, en homenaje al compañero Presidente Salvador Allende, en el 40º aniversario de su asesinato.

El ALBA resuelve constituir un equipo técnico-jurídico que estudie la preparación de una demanda contra el Gobierno de los Estados Unidos de América por la implantación de un sistema de espionaje masivo a nivel mundial, violatorio de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como de otras normas internacionales en la próxima sesión de la Asamblea General.

Teniendo en cuenta los importantes resultados alcanzados en Haití en materia de cooperación, los países del ALBA han decidido reforzar la misma en salud, educación y programas sociales. De igual forma, se ha decidido una inmediata evaluación del plan especial sobre Haití, para reimpulsarlo y estudiar alternativas de financiamiento, para hacer sostenibles los programas sociales contenidos en dicho plan.

Se acordó revisar las metodologías para la realización de los encuentros multilaterales del ALBA, incluidas las cumbres. De este modo, se debe partir siempre de una consulta con las más altas autoridades respecto al contenido que tendrían los debates y las declaraciones en el evento, y no a la inversa.

Se dispuso hacer más visibles los resultados obtenidos por los proyectos ALBA a partir de campañas de comunicación que permitan visibilizar los éxitos de los programas del ALBA.
Se planteó la necesidad de evaluar los proyectos económicos y sociales que el ALBA ha impulsado, para así establecer prioridades y definir, en función de lo anterior, ajustes, e incluso nuevas metas.

Finalmente, saludamos el Encuentro Internacional por la Defensa de los Derechos Humanos y la Soberanía de Nuestros Pueblos que se realizará en la ciudad de Cochabamba, Bolivia del 31 de julio al 2 de agosto de 2013.

Carta de Otawa

La Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud es un documento elaborado por la Organización Mundial de la Salud, durante la Primera Conferencia Internacional para la Promoción de la Salud, celebrada en Ottawa, Canadá, en 1986.

La primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la salud reunida en Ottawa el 21 de noviembre de 1986 emite la presente CARTA dirigida a la consecución del objetivo "Salud para Todos en el año 2000". Esta conferencia fue, ante todo, una respuesta a la creciente demanda de una nueva concepción de la salud pública en el mundo. Si bien las discusiones se centraron en las necesidades de los países industrializados, se tuvieron también en cuenta los problemas que atañen a las demás regiones. La conferencia tomó como punto de partida los progresos alcanzados tras la Conferencia de Alma-Ata sobre la atención primaria, el documento "Los Objetivos de la Salud para Todos" de la Organización Mundial de la Salud, y el debate sobre la acción intersectorial para la salud sostenido recientemente en la Asamblea Mundial de la Salud. Surgió como respuesta a la necesidad de buscar un nuevo acercamiento a los múltiples problemas de salud que aún hoy exigen solución en todas las partes del globo. Los cambios tan rápidos e irreversibles que caracterizan a los tiempos en que vivimos, obligan a proyectarse constantemente hacia el futuro, pero los sistemas de salud ni siquiera han logrado avanzar al ritmo que imponen las necesidades sentidas por las poblaciones.

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