El Cuento

Es una narración breve de carácter ficcional protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento sencillo. No obstante, la frontera entre cuento largo y una novela corta no es fácil de trazar. El cuento es transmitido en origen por vía oral (escucha, lectura); con la modernización, se han creado nuevas formas, como los audiolibros, de manera que hoy en día pueden conocerlos, como antaño, personas que no sepan leer o que ya no puedan por pérdida de visión.

CARACTERÍSTICAS DEL CUENTO
El cuento presenta varias características que lo diferencian de otros géneros narrativos:
Ficción: aunque puede inspirarse en hechos reales, un cuento debe, para funcionar como tal, recortarse de la realidad.
Argumental: el cuento tiene una estructura de hechos entrelazados (acción – consecuencias) en un formato de: planteamiento – nudo – desenlace.
Única línea argumental: a diferencia de lo que sucede en la novela, en el cuento todos los hechos se encadenan en una sola sucesión de hechos.
Estructura centrípeta: todos los elementos que se mencionan en la narración del cuento están relacionados y funcionan como indicios del argumento.
Personaje principal: aunque puede haber otros personajes, la historia habla de uno en particular, a quien le ocurren los hechos.
Unidad de efecto: comparte esta característica con la poesía. Está escrito para ser leído de principio a fin. Si uno corta la lectura, es muy probable que se pierda el efecto narrativo. La estructura de la novela permite, en cambio, leerla por partes.
Prosa: el formato de los cuentos modernos (a partir de la aparición de la escritura) suele ser la prosa.
Brevedad: por y para cumplir con estas características, el cuento es breve.

PAUTAS PERO LA ELABORACIÓN DE UN CUENTO
1. Céntrate en la acción
Que no en la anécdota. El cuento no es solo una anécdota, ya que cuenta una historia, pero la narración ha de estar más condensada que en la novela y centrarse en lo que sucede, sin tiempo ni espacio para otras disertaciones.

2. No quieras abarcarlo todo
A veces pecamos de querer contar historias muy ambiciosas que no tienen cabida en un relato corto. Recuerda que el cuento, por lo general, debe ocurrir en un espacio de tiempo breve, tener pocos personajes principales (2 o 3 como mucho) y una localización principal. Si no logras adaptar tu historia a estas premisas, puede que estés ante una novela corta y no de un cuento corto.


3. Busca una idea y simplifícala
Toda idea puede simplificarse siempre, sólo hay que darle una vuelta. Por ejemplo, queremos contar la historia de un hombre que, tras pasarse muchos años dedicado a su trabajo, logró alcanzar el éxito profesional. Fue un tipo importante, ambicioso y que llegó a lo más alto, pero a costa de arriesgar su vida personal. Con el tiempo, cometió una serie de errores y se arruinó, dándose cuenta de lo que realmente era importante.

4. No lo cuentes, muéstralo
Este debe de ser el consejo en el que más se insiste en cualquier libro o artículo sobre escritura, ¿verdad? Pero es que resulta fundamental y muchas veces se nos olvida, sobre todo a la hora de escribir cuentos.

5. Mantén la estructura
Aún siendo un relato muy corto, todo cuento ha de tener una introducción, un nudo y un desenlace. Por ejemplo: “el mendigo contando las monedas en su esquina y los ejecutivos pasando ante él envueltos en su abrigo” sería la introducción. Es lo que nos sitúa en la historia, en el qué, quién, dónde y cuándo.

6. No lo des todo, sugiérelo
En el cuento es tan importante lo que se dice como lo que se calla. Como decíamos antes, no hay lugar para disertaciones, así que olvídate de explicar que el mendigo se siente mal por su situación o que se arrepiente de haber perdido a su familia. Eso ha de quedar implícito en la acción. Deja que el lector lo deduzca.

7. Cada frase cuenta
Del principio al final, cada frase del cuento tiene que estar ahí con una función. Si tienes poco espacio, pocas palabras, aprovéchalas bien. Esto no es necesario hacerlo en la primera escritura, pero sí en la revisión. Desmenúzalo, analiza cada frase, cada elemento, y piensa qué función cumple en la historia. ¿Es imprescindible? Si la esencia del texto se comprende sin esa frase, elimínala.

8. Mantén el suspense
No des toda la información al inicio. Dosifícala y lleva al lector hasta la última palabra. Si contamos de partida que el mendigo era antes un ejecutivo y que acaba de encontrarse con su hijo, luego nos quedamos sin dinamita.

9. Impacto posterior
Una de las cosas más difíciles pero también de las más importantes es lograr que el cuento deje huella en el lector. Una vez haya terminado, el texto ha de dejar un eco en su interior, una reflexión, un sentimiento.

10. Ambienta con poco
No tienes espacio para descripciones largas ni disertaciones, pero el cuento también ha de tener ambientación para envolver al lector. Para ambientar en un texto muy corto, usa el tono, el narrador, el lenguaje y selecciona las palabras adecuadas. No es lo mismo decir “ciénaga” que decir “pantano”; tampoco es igual “bruma” que “niebla”. Cada palabra te ayuda a construir la atmósfera. Elígelas con cuidado.

11. La importancia del título
Tenemos muy poco espacio para desarrollar nuestra historia y ya hemos dejado claro que cada palabra cuenta, ¿verdad? Pues tengamos algo de picardía y aprovechémoslas bien todas. El título es un espacio extra que puede resultar muy útil. Lo ideal: que sugiera, intrigue y arroje una nueva luz sobre el texto una vez se haya terminado su lectura.

12. Una regla extra para escritores de cuento
Por último, nos queda un consejo fundamental para cualquier escritor que quiera dedicarse a escribir cuentos, aunque no tenga que ver con la escritura en sí: tenemos que leer cuentos. Si queremos entender cómo funcionan y cómo se escriben, es fundamental que los conozcamos. Hay que leer a Chéjov, a Horacio Quiroga, a Cortázar, a García Márquez, a Poe, a Borges, a Saki, a Ray Bradbury, a Bioy Casares, a Benedetti, a Monterroso… Tantos cuentos como se pueda.

CLASES DE CUENTOS

Son muchas clasificaciones que se han propuesto de cuentos.

Cuento maravilloso: presenta fenómenos y personajes que escapan a lo real. Estos se aceptan sin problemas: dragones, príncipes encantados, animales que hablan y razonan, alfombras voladoras, etc. Son atemporales.

Cuento fantástico: en un mundo como el nuestro, en una realidad como la que vivimos todos los días, de pronto sucede un acontecimiento que quiebra esta realidad y al que no podemos darle una explicación. Aparecen hechos sobrenaturales que dejan una duda (vacilación) entre una explicación racional y una explicación fantástica tanto al protagonista como al lector.
En un cuento se narra generalmente un conflicto o problema que necesita ser resuelto. Este conflicto puede manifestarse entre dos personajes o entre un personaje y una situación que debe resolver. En los cuentos fantásticos el desenlace no resuelve el conflicto sino que origina otro que queda sin solución y deja en el lector la duda o la incertidumbre acerca de lo que sucedió.

Cuento realista: relata hechos VEROSÍMILES, es decir, hechos que podrían llegar a ocurrir (aunque en la realidad no hayan ocurrido).

Cuento policial: estos relatos pueden, a su vez, clasificarse en dos grupos: el policial detectivesco y el policial negro. En el primero, el personaje del detective se destaca por su inteligencia para resolver el enigma. Así identifica al autor del delito cometido y revela sus móviles. En el segundo, el detective es más un hombre de acción que un razonador. Estos relatos tienen lugar en la violencia oscura y cotidiana de las calles, en los trasfondos del mundo de la política o los negocios, en el hampa. El mundo descripto es el del crimen, donde rige la ley del más fuerte y el dinero determina las acciones de los hombres.

Cuento de ciencia ficción: el mundo que plantea la ciencia ficción es una proyección del mundo actual en el futuro. Un elemento indispensable de este género es la especulación científica. Aparece la tecnología, en un mundo computarizado que se relaciona con el futuro. Plantea un futuro posible y presenta las modificaciones que pueden provocar en el mundo futuro los avances científicos y tecnológicos

Cuento de terror: Desde el comienzo de la humanidad el hombre ha ido inventado criaturas temibles, personajes horrorosos para quitarse el miedo que le producía lo desconocido, especialmente la muerte. A partir de ahí, comenzaron a circular los cuentos de terror.

Función del Cuento

La función de un Cuento, es la de recrear una historia de ficción, con el objetivo primordial de explotar la imaginación del lector u oyente, mediante la descripción de personas, lugares y situaciones fantásticas, únicas e intangibles. 

Un cuento es la etapa de la literatura que se enfoca a los oyentes o lectores infantiles, con el fin de MOTIVAR la lectura desde temprana edad, mediante el relato de historias que son atractivas para menores o infantes. 

El Cuento es una vía de escape, y es un excelente medio para cultivar la curiosidad en edad escolar, y debe ser una historia fácil de narrar, con temas que traten sobre valores, cultura e idiosincracia, evitando el uso de palabras técnicas o poco usadas, y promoviendo el lenguaje por medio de palabras básicas, entendibles y de pronunciación ejemplar para los jóvenes. 

Por lo tanto los cuentos deben de ser fáciles de leer, con temas generales, que promuevan los valores, con historias cortas, entendibles y de aplicación en la vida real.

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